Salerm
Los inicios de Salerm Cosmetics se remontan a finales de la década de los 70 en España, con la compra de Salherm, una pequeña empresa de coloración que pertenecía a los hermanos Sala.
Uno de los proveedores de Salherm es el peluquero y emprendedor Víctor Martínez Vicario, quien fabrica cartas de color para la compañía y quien en 1978 compra la empresa, que en aquel momento pasaba por dificultades económicas. Lo que en un primer momento parecía ser una rápida venta de stocks representó la continuidad y crecimiento de la compañía.
El punto de inflexión para la compañía llegará años más tarde, con la puesta en marcha de una red de distribución propia que actualmente sigue creciendo. El cambio suposo la consolidación de la marca, que empiezó a ser reconocida como una referencia de prestigio en el sector de la peluquería profesional. Fue entonces cuando se creó Laboratorios Lamarvi, para apoyar el desarrollo de nuevos productos.
La filosofía de la marca Salerm gira en torno a encontrar la máxima calidad al mejor precio posible. Algo que se lleva a cabo mediante un proceso automatizado con maquinaria de última generación, altas cantidades de compra y un bajo o nulo coste financiero.